Eso de que el corazón te diga una cosa, y la mente otra, es algo que no va conmigo; porque si no es una cosa, es otra. Porque sabes qué es lo mejor para ti, pero tentamos lo prohibido: deseamos, enviciamos, aborrecemos, recelamos, asqueamos, queremos, amamos... Es inevitable. Y, ha veces, duele.
Por eso, dime qué le hago yo. Dime qué hago para no pensarte, para no echarte de menos, para olvidarte...
Porque no puedo; y creo que me da igual ya. ¿Que qué será de mí? No sé. Pero no quiero ocultar lo que siento.
Y menos ahora, que lo siento todo. Quiero ser yo., además, no lloro por no tenerte, sonrío porque te quiero :)
PD: Me alegra saber que esto merece la pena...
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