E.

No sabría explicar si quiera ni como sucedió. Supongo que es lo mismo de siempre: mi manera de ser, y que él sea demasiado bueno conmigo. No quiere que cargue yo con toda la culpa, porque también él cree que ha fallado en algo. Aunque yo estoy segura de que no; porque, si la perfección existe, él la supera. Si hay alguien digno de un corazón en este mundo, es él. Mi tesoro más valioso, él. Lo que me complementa, él. Una razón de vivir, por él. Él, él, él, él, él... Todo gira a su alrededor. Y no hay cosa más bonita que decir que quiero pasar el resto de mis días a su lado; pero he vuelto a fallarle. Ahora el "te quiero, perdóname", es simplemente, una excusa más.